Come sano y sabiamente.
Comer porciones más pequeñas es una gran manera de perder peso. Evita ir
picoteando mientras que estás cocinando. No te fuerces a terminar tu plato si
no te apetece, mejor déjalo en la nevera para más tarde. Come el desayuno
diario, y prepara tus comidas regularmente y a la misma hora siempre que puedas.
- Limita tu carne y comer
carne sana como ser: las carnes de aves
y pescado. Escucha música en vez de ver
la TV mientras estás comiendo. Si estás viendo la TV no te estás enterando de
cuánto estás comiendo y acabaras comiendo más de lo que necesitas.
- Elimina los postres y
azúcares refinadas. Si comes fuera, una buena ensalada de primero aplacara
mucho tu apetito. El segundo plato compártelo con tu compañero de cena, o pide
que te lo envuelvan para llevártelo. Evita todo producto frito o asado con
mucha grasa y también evita la sal.
- Escoge los platos que no
contengan grasas o mantequillas puesto que eso provoca que aumente la grasa en
la sangre y es muy dañino para el ser humano, no comer guisos porque tienen
bastante condimentos y grasa aceitosa, perjudicando nuevamente, a la buena
digestión.
- Beber un gran vaso de agua
antes de comer. Esperar 10 minutos, la sensación de hambre disminuirá mucho,
esto es muy aconsejable.
- Si estás comiendo en un restaurante
de comida rápida, elige los alimentos más sanos, tales como pollo asado a la
parilla, ensaladas, frutas y yogurt.
- Aumenta el ejercicio, es
aconsejable por las noches, así te desestresas. Evita cenar comidas pesadas, no
es bueno. El ejercicio es vital especialmente para los diabéticos. Intenta
caminar a diario o nadar en tu club local. Hacer caminatas es una manera
agradable de hablar con tus amigos y una manera de romper la tensión laboral.
Si es posible, evitar el ascensor y toma las escaleras siempre que puedas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario